viernes, 15 de marzo de 2013

Las inquietudes del último enfant terrible

De este Kurt Cobain a este otro apenas pasaron algo más de 20 años. 


     El joven en el que se reinventó la figura de l'enfant terrible fue conocido sobre todo por ser el epicentro del terremoto Nirvana -quienes se reencontraron en diciembre con Paul McCartney en el papel de Cobain-, cuya famosa portada del Nevermind ha sido recreada incluso por Antonio de Felipe
     Pero, contra los que muchos consideran, Cobain y su grupo no inventaron el grunge sino que llevaron esta tendencia musical más allá del propio sonido e hicieron de su vida una corriente artística.
      Esa misma inquietud creadora fue la que llevó a Cobain a transitar el ámbito del dibujo. Su faceta más desconocida la sacó a la luz el diario digital The Fix y la María Kodama del grunge, que sabe siempre cómo llamar la atención. En la Rolling Stone se nos cuenta que estos cuadros: "Son piezas que el periodista de la web encontró en un almacén de Los Ángeles, y que van a ser subastadas por la viuda del músico, Courtney Love, por 100 millones de dólares."


Siguiendo la senda de las subastas, esta semana comenzó en eBay la subasta de la furgoneta destartalada de Los Melvins que Kurt Cobain pintó y decoró en su día.















Pero, dejando de lado la moda de sacar dinero a costa de los mitos -puede que lo único que quede  por subastar sea la bala que mató a nuestro último enfant terrible-, lo que está claro es que Cobain parecía moverse entre inquietudes artísticas y solo eso determinó cada uno de sus días.

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