Aun a día de hoy se nos hace amargo acudir como espectadores a una película basada en la violencia por la violencia. Ejemplo de ello es La naranja mecánica de Stanley Kubrick, -basada en el libro homónimo de Anthony Buguess- de la cual surgió el particular homenaje de Los Nikis con "La naranja no es mecánica":
O Funny Games (tanto la original de 1997 como el remake de 2007) de Michael Haneke que son el resultado de esa estética de la violencia desaforada.
O Funny Games (tanto la original de 1997 como el remake de 2007) de Michael Haneke que son el resultado de esa estética de la violencia desaforada.

Os dejamos en este enlace la crítica realizada por Davide Mombelli en la revista VEU con motivo de la representación de dicha obra en la Universidad de Alicante.
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