En la literatura actual puede que no haya nadie más rizomático que los integrantes de la denominada "Generación Nocilla" o "Afterpop". Este grupo tan diverso y heterogéneo de escritores recoge el amplísimo legado de la producción literaria y cultural que se ha dado hasta nuestros días para crear sus obras. A ella pertenecen, entre otros muchos, Eloy Fernández Porta y Agustín Fernández Mallo.
Eloy Fernández Porta (Barcelona, 1974), como "miembro militante de la llamada generación Nocilla no se considera, sin embargo, el ideólogo de este tan sonoro grupo de autores nacionales. No es ese hombre que desde la universidad sirve la teoría para una serie de narradores muy identificados e identificables". Él mismo explica: “Soy lector y amigo de algunos de ellos, pero no me dedico a fundamentarlos, porque ellos lo hacen solos y porque lo que nos identifica es precisamente el hecho de imbricar la teoría en la ficción y viceversa” (este fragmento está sacado de una entrevista que podéis leer aquí).
Además, Fernández Porta ha llevado el afterpop más allá de la teoría y junto a Fernández Mallo ha creado el espectáculo de spoken word "Afterpop Fernández & Fernández" en el que recitan sus propios relatos acompañados de programaciones electrónicas y audiovisuales.
Además, Fernández Porta ha llevado el afterpop más allá de la teoría y junto a Fernández Mallo ha creado el espectáculo de spoken word "Afterpop Fernández & Fernández" en el que recitan sus propios relatos acompañados de programaciones electrónicas y audiovisuales.
(Vídeo de una de sus actuaciones)
El segundo, Agustín Fernández Mallo (La Coruña, 1967), es un artista intelectualmente inquieto que se atreve a participar en diversas ramas creativas, obteniendo un resultado de lo más interesante: desde el citado grupo de spoken word, hasta la creación de la poesía postpoética -que plasma, por ejemplo, en Carne de Píxel- o el dueto musical que ha formado junto a Joan Feliu Sastre bajo el nombre de Frida Laponia.
El autor por excelencia de las referencias culturales populares se enfrenta en sus obras a retos como el de reinventar la poesía o hacer un remake literario.

En esta arriesgada obra, Fernández Mallo reactualizó al autor argentino -como en el relato "El cautivo" en el que el autor gallego nos hace creer que Borges trabajó para Comics Marvel- y reinventó una de las mejores obras de Borges empleando las mismas técnicas que él empleara en su día -aunque actualizadas- de la reescritura, la intertextualidad y las referencias culturales contemporáneas que, como lectores, nos hacen sentir su obra mucho más próxima.
Por último, y tras indagar en la extensa y variada producción de este autor, podríamos deducir que una de las ramas que no ha tocado ha sido la del dibujo. Sin embargo, de eso ya se encargó el dibujante Pere Joan (Palma de Mallorca, 1956) que tras la trilogía Nocilla -Nocilla Experience, Nocilla Dream y Nocilla Lab- decidió en 2011 crear una versión en novela gráfica de la primera obra "nocillera" de Fernández Mallo.
(Viñeta de la obra Nocilla Experience. La novela gráfica, de Pere Joan)
De esta manera, los artistas reseñados participan de un rizoma "afterpop" en el que intervienen gran parte de las artes populares que nos rodean, reinventándolas, al mismo tiempo que nos ofrecen un paradigma nuevo de creaciones por descubrir.
Esta muy bien ,
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